"...Las que por aliviarme de dudas y querellas
me quitan las espinas y se las clavan ellas..."
Alfredo Espino
Las tardes parecían más seguras
a su presencia hermosa,
frente a ella parecía
que el peligro se esfumaba
en los días de mi infancia.
Como era tan protectora,
Sentimos la pobreza
pero no su flagelo.
Nada la divertía más que contar las anécdotas
de la "Loca" Amparo y Justo Armas
en el San Salvador de los cuarenta.
Su mirada expresaba un interés ilimitado
en lo que pasaba a su alrededor,
era de esas gentes luchadoras
que no se arredran al primer fracaso,
al contrario,
les da más ganas de seguir la lucha hasta vencer.
Quién sabe de dónde
heredó la gracia de mantenerse firme
con lo que creía,
y generalmente lo que creía era lo correcto.
Cuando sueño con ella siento miedo
de que todo sea sueño
y despertar es la copa
que derrama amargura
a mi existir vacío.
Hoy se cumplen nueve años
de que pasó a otro plano,
pero nunca se ha muerto,
sólo escapó a mis ojos por un tiempo,
hasta que llegue el día en que me duerma
y que sueñe con ella y ya no sienta miedo
de despertar jamás...