Thursday, October 30, 2008

CANCION DEL DOLOR AJENO

A mi amigo Roberto Guzmán-Pin-
In memoriam

Por el olor del tiempo me gusta perseguir a las estrellas
y me gusta también zaherir a las alegres mariposas.
Por el prurito de joder me gusta amar a la mujer del prójimo
porque nada es prohibido si hay voluntad rondando
y nada más sabroso que un gran amor ajeno.

Por el dolor de patria me gusta caminar por mil caminos
quién sabe si algún día me lleven a tus brazos
para recrear las noches que adoré y se marcharon 
por la ruta sin fin de la conciencia turbia.

Porque he vivido sucio me siento aún más fiero
aunque las margaritas hayan dado sus mieles
a otras madrugadas tropicales de incienso.
Porque ya mi horizonte ve corta su distancia
pienso que mi alegría dará paso a la angustia.

Porque corrí sin rumbo hacia el pecado ardiente
regaré con mi llanto mil rosas sin fragancia.
Y porque ya mi cielo se queda sin estrellas
regalaré mi vida a quien quiera tomarla.

Tuesday, October 28, 2008

VOLVIO UNA NOCHE...

Y tuve pena de aquel espectro
que fue locura en mi juventud...
...........
Había en mi rostro tantos inviernos
que también ella tuvo piedad
C. Gardel

Yo, la verdad, sí te esperaba,
un tanto ansioso me di mi tiempo
era en la casa de nuestra amiga
y algo en el fondo me repetía
que llegarías.

Confieso que quería verte
pero no por verte, digamos...
por añoranza;
más bien quería verte

por curiosidad.

Las cosas pasaron naturales
yo me hacía el distraído
y el ruido del motor de un auto
y una vibra que sólo yo me entiendo
me dijeron "es ella..."
y no me equivocaba
eras ella,
pero no
...
sí me equivocaba...
ya no eras ella.


Eras la que hubiera querido conocer en ese tiempo
una desconocida de de atrás y de adelante
una mujer extraña de principio a fin
una masa humana de la que nunca me hubiera enamorado
una risa falsa que nunca me hubiera engañado
una mirada coqueta que jamás me hubiera deslumbrado
en fin, una penumbra vaga enmedio de la noche impenetrable.

Y sintiendo que era suficiente
me fui yo también en silencio.
Cuando al llegar a casa vi mis fotos
entendí el rictus de lástima en tus labios...

Saturday, October 18, 2008

SOMBRAS EN EL VIENTO

Heme aquí quejumbroso
llorando a mares la angustia
de haber pasado un día
añorando mariposas,
noches de lluvia,
y sexo del prohibido,
extrañando un charco que no es mío,
y rumiando una espera
que ya va para largo...

Pero si las caricias que me dieron un día
la gracia de ser hombre
se fueron por la ruta más corta
¿Por qué este afán de huirle
al hornitorrinco?

Dios, concepto, Dios teoría,
Dios y hombre verdadero
dígnate a aclararme
el misterio de la nada.
Mi pobre voz, ya no puede
mi pobre garganta se quiebra
mis gritos están sordos
porque el eco no alcanza
a digerir la penumbra
de mi vida marchita.

Siento el corazón triste
y mis ojos se cansan de estar húmedos.
No soporto la pena y mi silencio
se lleva mi respiro a no sé dónde.

Saturday, October 11, 2008

Y QUE IMPORTA

Y qué importa que pase la vida
enfrente de mi casa
con su caja de miseria al hombro
si de todas formas
la noche revivirá quiérase o no.

Y qué importa que las deudas
no se paguen a tiempo
cuando un juego de amor
no se gana limpiamente
cuando dos cerdos se juntan
para encontrar cobijo
a una existencia paticoja.

(Pero, pedacito de mi alma,
cariño mío con almita de codorniz,
si sabes que te quiero
¿Por qué no tomas mi amor en tus manitas
y lo dejas ir como palomita de la paz
hacia unas nubes de mentiras dispersas?)

Y qué importa la felicidad de la mujer
que confió sus alas a los vientos
pero no confió su corazón a su hombre.
Nadie sabe lo que importa
así como nadie sabe
por qué se inventaron las hormigas.

Nada, nada importa
no importa nada...
Piénsalo bien...muy bien...

Thursday, October 02, 2008

EL DESVELO

Cuando menos lo pensaba se me apareció el medio día rubio como siempre. No había dormido muy bien la noche anterior y los pensamientos merodeaban en mi mente como cajitas de pandora en pinganilla. El caso fue que de no dormir me di en pensar cosas extrañas, tales como por qué a los zancudos no les gusta mi sangre. No importa si duermo vestido, con pijama o en pelota, los malditos zancudos no me pican ni por la gran puta.

Cosa extraña porque en los sesenta esos hijos de puta de veras que me quitaron la vida (aún recuerdo vívidamente aquellas noches perras en el Pimental, cuando hasta enterrado en la arena a la orilla de la playa, se las arreglaban para picarme), y hoy no me pican, pero eso sí, joden, joden y joden con ese su zumbido remaldito que aprendieron en los días que pasaron en el infierno.

Yo creo que lo que pasó fue que me inmunizaron en los sesenta y ahora se ha transmitido de generación en generación, zancudo tras zancudo, la enseñanza de no picar al tal Alfredo.

Bueno, pero siguiendo con mi relato, como no pude dormir anoche, mi mente voló hasta los confines del universo, allí donde ni las aguilas se atreven, allí donde se caga hasta el más macho, y precisamente en ese lugar, en lo más increíble de la vida misma...

Vi la sombra de aquel beso
que le di a aquella muchacha
en el parqueo de un Drive Inn
en le Boulevard de Los Héroes
(Sí, la que me dijo
que sólo me iba a
dar uno
para que dejara de joder,
y después ya no me quería soltar,
cosas de la vida tú sabes...),
y sentado en la orilla del universo
acaricié su pelo de seda
y su piel de terciopelo,
y cuál no sería mi sorpresa
que cuando regresé,
ya me había dormido...
con la esperanza
de que un día volvería a verla
a ella, a ella...


A ella que me dio ánimo
de seguir siendo hombre

por el resto de mis días,
a ella que cubrió sus ojos de llanto
cuando supo la verdad
y prefirió irse lejos.
A ella que engañé de nuevo
cuando me apostó
a que no volvería
porque
un ciego no pasa dos veces
por el mismo lugar
y perdió
porque volvió
y la engañé
otra vez
y otra y otra.


Me estoy acordando de
aquel baboso
al que apodábamos la Pulga

(ya no me acuerdo
cómo se llamaba,
sólo sé que era
hermano de la Rina,
y que se murió de bolo
y que no tuvo dos oportunidades
porque se murió de bolo,
si, no es un error,
se murió de bolo
pero tenía derecho
a morirse de bolo...)

Un pensamiento dedicado
a su presencia por el mundo
no le cae tan mal
no importa dónde esté olvidado,
como el beso que le di
a aquella muchacha
en un Drive Inn
del Boulevard de Los Héroes...