Y tuve pena de aquel espectro
que fue locura en mi juventud...
...........
Había en mi rostro tantos inviernos
que también ella tuvo piedad
C. Gardel
Yo, la verdad, sí te esperaba,
un tanto ansioso me di mi tiempo
era en la casa de nuestra amiga
y algo en el fondo me repetía
que llegarías.
Confieso que quería verte
pero no por verte, digamos...
por añoranza;
más bien quería verte
por curiosidad.
Las cosas pasaron naturales
yo me hacía el distraído
y el ruido del motor de un auto
y una vibra que sólo yo me entiendo
me dijeron "es ella..."
y no me equivocaba
eras ella,
pero no...
sí me equivocaba...
ya no eras ella.
Eras la que hubiera querido conocer en ese tiempo
una desconocida de de atrás y de adelante
una mujer extraña de principio a fin
una masa humana de la que nunca me hubiera enamorado
una risa falsa que nunca me hubiera engañado
una mirada coqueta que jamás me hubiera deslumbrado
en fin, una penumbra vaga enmedio de la noche impenetrable.
Y sintiendo que era suficiente
me fui yo también en silencio.
Cuando al llegar a casa vi mis fotos
entendí el rictus de lástima en tus labios...
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